domingo, 26 de septiembre de 2010

Comunicado de la HOAC de Burgos ante la Reforma Laboral y la Huelga General


REFLEXION SOBRE LA REFORMA LABORAL Y LA CONVOCATORIA DE HUELGA GENERAL DEL 29 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la Diócesis de Burgos, quiere manifestar su preocupación sobre unas circunstancias tan importantes para la vida de los trabajadores como son las de la Reforma Laboral y la inminente convocatoria de Huelga General. Como cristianos y cristianas comprometidos en el mundo obrero y del trabajo, estamos llamados a mirar la realidad desde una perspectiva evangélica y, más en concreto, desde los pobres.

RECHAZAMOS LA REFORMA LABORAL porque:

- Nace y responde a un contexto en el que la economía de mercado se ha convertido en un absoluto que invade todos los campos de la existencia humana. Las relaciones laborales quedan reducidas a una relación de mercado, perdiendo todo el carácter humano que poseen.

- Produce víctimas inocentes, como resultado de desplazar a la persona del centro de la vida social y laboral, poniendo en su lugar los intereses económicos. El dinero y los beneficios empresariales pasan a tener más derechos que las personas.

- Nos parece un claro ejemplo de cómo se sigue explotando con la ley en las manos. Recordamos la denuncia del profeta Isaías: “Ay de los que decretan decretos inicuos y redactan con entusiasmo normas vejatorias para dejar sin defensa a los débiles y robar su derecho a los pobres de mi pueblo” (Is 10, 1-2). Hoy, al igual que en aquellos tiempos, la codicia lleva a desinteresarse por la causa de los pobres e incluso a explotarlos con la ley, que ignora que las necesidades básicas son anteriores a los intereses económicos.

- Las sucesivas reformas laborales han ido reduciendo los derechos de los trabajadores: reducción de la contratación indefinida y fomento de la contratación temporal y a tiempo parcial; recortes en la protección por desempleo, abaratamiento del despido…., al tiempo que se incrementaban las bonificaciones a las empresas.


Pero la reforma actual va más lejos en cuanto a las medidas adoptadas, ampliando las causas del despido para que sea más barato y subvencionado, ya que se utilizará dinero público para pagar parte de los despidos que decidan las empresas. Se incrementa el poder de las empresas, que podrán modificar las condiciones de trabajo pactadas, sin necesidad de acuerdo alguno: jornadas, salarios, horarios…, dejando de lado los acuerdos y convenios colectivos. Facilita el deterioro del empleo público mediante facilidades en el despido y en la subcontratación mediante empresas de trabajo temporal, etc.


Por ello APOYAMOS LA CONVOCATORIA DE LA HUELGA GENERAL del 29 de septiembre, como un derecho de los trabajadores y como una medida justa y legítima para la defensa de sus derechos y de su dignidad.

Esta reforma, en lugar de ir construyendo un nuevo
modelo de relaciones económicas y sociales que permita avanzar en justicia y libertad, lo que se está haciendo es seguir sometiendo todo a las exigencias del mercado, con olvido de los derechos y necesidades de los trabajadores, sobre todo de los más pobres: personas sin trabajo, jóvenes, mujeres, trabajadores inmigrantes y con empleos precarios, ...

Pensamos que la solución a los problemas del mundo del trabajo y de tantos empobrecidos y excluidos, no pasa por el tipo de medidas que se están adoptando, sino en buscar caminos para que el modelo económico que predomine en nuestra sociedad no sea el actual, sino otro, que permita vivir y cultivar la vida personal, familiar, cultural, social y religiosa (como pide Benedicto XVI en su reciente encíclica “Caritas in Veritate”). Estas dimensiones son imprescindibles para que la persona pueda desarrollarse de acuerdo a su dignidad, como hija de Dios, y para que la sociedad pueda construirse sobre los cimientos de la justicia y la libertad.

No saldremos de la crisis económica si no rectificamos el rumbo y nos empeñamos en volver al mismo camino que seguíamos antes de que comenzara. La solución está en adoptar políticas sociales de justicia y humanidad.

Invitamos a los cristianos y a los trabajadores de Burgos en general, a ejercer la reflexión junto con la denuncia de estas situaciones y a vivir en cercanía a las personas que lo sufren.

Burgos, Septiembre de 2010.