La Hermandad Obrera de Acción Católica
(HOAC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC) de Burgos quieren expresar su
solidaridad con los trabajadores de Campofrío tras el incendio ocurrido este
domingo pasado en la instalación de la fábrica en el polígono de Gamonal.
Los dos movimientos de la Iglesia
sensibilizados con el sentir de la clase obrera de Burgos nos congratulamos, en
primer lugar, de que no haya habido
desgracias personales en forma de accidente o fallecimiento y queremos mostrar nuestro apoyo a todos los
empleados directos e indirectos y sus familias.
En una situación de crisis económica supone un mazazo para toda la sociedad
la paralización de la producción de una factoría tan importante como Campofrío
de la que dependen más de mil familias
de la ciudad de Burgos.
Por eso creemos que es necesario invitar a todos los vecinos a que se sumen
a todas las movilizaciones de apoyo a todos los trabajadores que se
realicen en la ciudad. Es deber de todos preocuparnos de la situación laboral
en la que quedan todos los empleados y de reclamar
a las administraciones públicas un apoyo explícito a quienes han sido
copartícipes con los propietarios de Campofrío en colocar a esta industria, de
matriz burgalesa, en los mayores indicadores de calidad en el sector cárnico.
Han sido muchos años de esfuerzo y
dedicación; millones de horas, primero en el barrio de Capiscol y ahora en el
polígono de Gamonal, de tantos obreros de Burgos por engrandecer la empresa y
por llevar a las familias el pan de cada día. Por eso, lamentamos las consecuencias negativas que pueden afectar a todo el
personal, a la empresa y a la ciudad.
Apostamos
por la continuidad de la producción
en Burgos, una vez se haya podido reconstruir en ese mismo lugar o en otro la
fábrica. De la misma manera, confiamos
que este accidente no sea utilizado interesadamente para desplazar el destino
de la factoría y de sus trabajadores a otros lugares. Por eso también
hacemos un llamamiento público a los directivos de la empresa, al Ayuntamiento
de Burgos y a la Junta de Castilla y León para que no se deslocalice la producción que desde hace más de 50 años
se hace en Campofrío en Burgos.
La ciudad de Burgos no podría
consentir una maniobra de este tipo por parte de los directivos de la compañía,
dado que es un activo y un patrimonio de
tantos burgaleses que han trabajado o trabajan en la empresa. Por ello, deseamos la pronta recuperación de las
instalaciones y la renovación de la actividad en todos los puestos de
trabajo, sea en el mismo emplazamiento o en otro en cualquiera de los polígonos
de la ciudad.
Como cristianos encargados de llevar el Evangelio de Jesús al mundo
obrero y de llevar las inquietudes, problemas y esperanzas de los trabajadores
a la Iglesia, nos solidarizamos con esta
preocupante situación y nos ponemos a disposición de los empleados y sus
familias en lo que podamos aportar o nos puedan requerir.
Burgos, 17 de noviembre de 2014.
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